La elección de cultivares con resistencia genética a enfermedades, es uno de los factores claves del éxito, para evitar el desarrollo de enfermedades a lo largo del ciclo. Para minimizar la aparición de variantes de la población del patógeno para las cuales el cultivo no sea resistente, es importante:
1. Realizar una correcta Rotación dentro del Lote, alternando los cultivos para evitar la proliferación de enfermedades a lo largo de las campañas.
2. Controlar las Malezas, sobre todo en los períodos de barbecho, donde pueden servir como “huésped puente” para las enfermedades.
3. Utilizar Cultivares con un Buen Comportamiento Sanitario y ciclo adecuado.
4. Diversificar las Variedades Sembradas.
5. Utilizar Semilla Sana, adecuadamente tratada, con Buen Vigor y Poder Germinativo.
6. Realizar monitoreos frecuentes, para detectar la enfermedad ni bien aparezca y realizar la aplicación una vez que se haya superado el Umbral de Daño Económico (UDE).
7. Utilizar la Dosis de Fungicidas Recomendada, para garantizar un control efectivo.
8. Realizar un Manejo Integrado de Plagas (MIP).
9. Rotar el Modo de Acción de los Fungicidas, y de ser necesario realizar más de una aplicación durante el ciclo del cultivo, alternando el modo de acción.