Por José M. Cichero.
Gerente de I&D Rainbow.
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El aporte de agua almacenada en el suelo para el cultivo a sembrar es de fundamental importancia en los planteos de la agricultura actual. A su vez, el control temprano de malezas durante el barbecho químico resulta de vital importancia para los cultivos posteriores.
Una de las malezas presentes durante esta etapa del año es el “Pensamiento Silvestre” o Viola arvensis. Viola arvensis es una especie originaria de Europa de la familia de las violáceas. Es una latifoliada anual o bianual con tallos poco ramificados y erectos de 20 a 40 cm de longitud, con hojas alternas y flores solitarias, blancas con el centro amarillo, pedunculadas en las axilas de las hojas superiores. Los frutos son cápsulas globosas, dehiscentes con alrededor de 60 semillas y entre 35 y 55 frutos por planta.
Su ciclo es otoño-inverno-primaveral y posee un período de germinación prolongado, en consecuencia es posible encontrar plántulas recién establecidas durante gran parte del ciclo.
Las semillas de Viola arvensis son de fácil propagación, ya sean adheridas en ruedas de vehículos que transitan en el campo como por máquinas cosechadoras que provienen de otros establecimientos. Al principio, es de difícil detección, pero una vez instalada y debido a la gran cantidad de semillas que produce, su diseminación es muy rápida.
Es una de las especies en las que se verificó un aumento tanto en frecuencia como en densidad de sus poblaciones (Tuesca y Gilardoni, 2002). En Argentina se distribuye en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Chubut, Tucumán, Santa Cruz, La Pampa.
Viola arvensis puede ser encontrada en barbechos previos a cultivos de verano y en los cultivos invernales, y es citada frecuentemente como una especie de difícil control, con las dosis más frecuentes de uso de glifosato.
Se recomienda el control otoño-invernal con plantas chicas (5 a 7 cm de diámetro), que se encuentren en activo crecimiento.
Una estrategia para el control químico de Viola a. es el uso de herbicidas residuales que puedan ir controlando las sucesivas camadas de germinación.
La adición de los herbicidas que se detallan a continuación posibilitan una expresión del los síntomas de fitotoxicidad más rápida respecto a la dosis comúnmente utilizada de Glifosato (Sal Potásica 66,2 % p/v, 1.800 cc/ha Concentrado soluble):
Los herbicidas Metsulfurón-metil y Clorimurón-etil contribuyen con persistencia suficiente para reducir de manera significativa las emergencias posteriores a la aplicación del tratamiento con glifosato solo. Su utilización depende del cultivo posterior a sembrar y la cantidad de días previos a su siembra (período de carencia).
A su vez, a fines de aumentar la velocidad inicial de control sobre Viola a. se recomienda el uso de aceites vegetales que posean un muy buen poder emulsionante, que disminuyan la tensión superficial del caldo y posibiliten una mejor penetración de los herbicidas en las malezas a tratar.
Por último, cabe destacar la importancia de la calidad de aplicación:
Recordemos siempre, que el mejor momento para realizar el control, es al comienzo del otoño y con las plantas de viola a. lo más pequeñas posible.