06 de Junio 2017 Escenario Agroclimático

Ing. Agr. Eduardo M. Sierra
Especialista en Agroclimatología.
Profesor Facultad de Agronomía UBA - Investigador de CONICET -
Asesor Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

ANOMALÍAS DE TEMPERATURA DEL MAR A MEDIADOS DE MARZO 2017:

"La Niña 2016/2017" completó su disipación en forma temprana y casi completa, haciendo que el fenómeno llegara a su fin, sin que su influencia alcanzara a ser significativa.

La causa de esta particularidad se debió a que la fuerte acción residual del "Súper El Niño 2015/2016", desarrollado durante la temporada anterior, anuló casi totalmente los efectos de "La Niña 2016/2017", cambiando el signo del escenario climático.

Dicha acción residual es tan fuerte que, al disiparse "La Niña 2016/2017", el Océano Pacífico ecuatorial volvió a calentarse, dando la impresión que podría estar desarrollándose un nuevo episodio de "El Niño", cuya acción se extendería durante la campaña 2017/2018.

Adicionalmente, se observa una fuerte puja entre la circulación tropical, que avanza hacia el sur, causando lapsos calurosos y húmedos, y la circulación polar que produce frecuentes irrupciones de frente de Pampero, que aportan aire frío y seco, desatando fuertes tormentas, con riesgo de granizo, vientos y aguaceros torrenciales, seguidas por marcados descensos térmicos.

Por el momento, el escenario que atravesará la campaña agrícola 2017/2018 no puede precisarse con certeza, ya que se atraviesa una etapa de transición que cuya tendencia aún no se encuentra totalmente definida. Por lo tanto, es conveniente no apresurar decisiones hasta tanto dicha tendencia se defina con claridad.

FINAL DE LA CAMPAÑA AGRÍCOLA 2016/2017:

Aunque el final del verano y los primeros días del otoño apuntan a dar una impresión de tranquilidad, sin eventos extremos, en el entorno de la Semana Santa se presentará el riesgo de una racha de fuertes tormentas. 

Posteriormente, es probable que escenario de invierta, debido a la llegada de los vientos polares que limpiarán la atmosfera, provocando fuertes descensos térmicos, acompañados por heladas.

Un foco de fuerte actividad persistirá sobre el nordeste del NOA, el Paraguay, la Región del Chaco, gran parte de la Mesopotamia, el norte del Uruguay y el sur del Brasil, registrando fuertes tormentas, con riesgos de granizo, vientos y aguacero torrenciales.

El sudeste del NOA, el este de la Región Pampeana, el sur de la Mesopotamia y el sur del Uruguay, observarán una moderada actividad, con precipitaciones de nivel intermedio, pero con riesgo de tormentas puntuales.

El oeste del NOA, la mayor parte de Cuyo, el oeste de la Región Pampeana y el norte de la Patagonia observarán una escasa actividad en lo referente a lluvias, pero serán afectado por heladas intensas a partir del mediados del otoño en adelante.

Otro foco de intensa actividad, provocada por los vientos polares, afectará al centro-sur y al sur de Chile, extendiendo su actividad hacia el sur de Cuyo, con fuertes tormentas y vientos.

POSIBLE ESCENARIO AGROCLIMÁTICO DURANTE LA CAMPAÑA AGRÍCOLA 2017/2018:

Según se explicó en la introducción, el escenario climático para la campaña 2017/2018, aún no se encuentra definido.

No obstante, de mantenerse el presente estado del sistema climático, podría darse una evolución intermedia entre un "Neutral" y un "El Niño", que resulta más probable teniendo en cuenta los indicadores disponibles hasta el momento.

Una amplia extensión con fuerte actividad abarcará el centro y el este del NOA, el Paraguay, la Región del Chaco, el este de la Región Pampeana, la mayor parte de la Mesopotamia, la mayor parte del Uruguay y el sur del Brasil, registrando fuertes tormentas, con riesgos de granizo, vientos y aguacero torrenciales.

El oeste de Cuyo y el oeste la Región Pampeana observarán una actividad entre moderada y alta, con precipitaciones de nivel intermedio, pero con riesgo de tormentas puntuales. El oeste del NOA, el este de Cuyo, el extremo sudoeste de la Región Pampeana y el norte de la Patagonia observarán una escasa actividad en lo referente a lluvias.

Durante la temporada invernal, los vientos polares afectarán al centro-sur y al sur de Chile con fuertes tormentas y vientos, extendiendo su actividad hacia el sur de Cuyo. No obstante, estas previsiones podrían modificarse substancialmente una vez definido el próximo escenario climático.