Por Diego Ozuna
Responsable I&D, Rainbow Paraguay
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Con las Malezas, el tamaño sí importa

Un aspecto fundamental y muy valorado antes de la aparición de la soja RR con el uso de los viejos herbicidas que hoy están reapareciendo por los casos de resistencia es el tamaño adecuado de las malezas para un adecuado control. Concepto que casi fue olvidado con el glifosato como herramienta química eficaz, aun en tamaño fuera de lo recomendado, y muchas veces con sobredosis.

En varias malezas resistentes y tolerantes, las mejores estrategias de manejo empiezan controlándolas desde las semillas hasta 3 a 5 hojas. Las demoras en los controles obligan a tratamientos más complejos que conllevan la utilización de varios productos en mezclas y generalmente con mayores dosis y con más exigencia en la calidad de aplicación o la necesidad de recurrir al doble golpe. Aun así, muchas veces los resultados no son satisfactorios.

Toda maleza que emerge al mismo tiempo que la soja o cualquier otro cultivo, compite con ella por nutriente, luz y agua. Es por ello que un manejo eficaz y anticipado es crucial para lograr máximos rindes. 

Las malezas que emergen después del cierre del canopeo tienen menor impacto en los rendimientos pero aún pueden producir semillas, agregando problemas durante la cosecha, generando descuentos en los centros de acopios, y aumentando el banco de semillas en el suelo para germinaciones futuras.

Además de las recomendaciones en cuanto al tamaño, las condiciones ambientales favorables para lograr buenos resultados como la humedad y temperatura, velocidad del viento, no aplicar cuando las malezas estén en situación de estrés o cuando se espera una lluvia en un lapso corto determinado. Estas recomendaciones o aclaraciones, en especial para el éxito con los productos pos emergentes son muy importantes para la hora de decidir un tratamiento.

En términos generales, para el éxito de un tratamiento químico de las malezas, cualquiera sea la especie, cuanto más grandes o crecidas estén las mismas, menores serán los controles esperables y mayores los riesgos de fallas en los controles. En definitiva, el tamaño de la maleza sí importa, por eso el “timing es fundamental”.