Por Ing. Agr. Luis A. Acuña
Desarrollo Comercial, Rainbow Bolivia
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Mosquita de la soya (Melanagromyza sojae)
Las especies de Melanagromyza son importantes plagas en el continente asiático, diseminadas en casi todas las regiones y responsables por daños significativos en la soya.
En Brasil, se ha observado la aparición de larvas de dípteros dañando el vástago de la soya desde 1984, pero las publicaciones disponibles son vagas en cuanto a la identificación de la plaga y las ocurrencias son esporádicas.
Estos insectos están relacionados principalmente con los cultivos de soya y frejol, pudiendo llegar a tener hasta el 100 % de daños.
Un control de plagas eficaz requiere cierto conocimiento sobre la plaga y sus hábitos.
Lo primero es identificar correctamente la plaga, el segundo paso es aprender acerca de su estilo de vida. Después de eso, se debe evaluar las estrategias para controlar la plaga.
Las hembras ovipositan en la parte inferior de las hojas unifoliadas o en trifolio recién abierto cerca de las nervaduras. Una hembra oviposita una media de 171 huevos (Spencer, 1973).
El periodo crítico para la aparición de las moscas es en las primeras cuatro semanas después de la germinación de las plantas, resultando en la muerte y fallas en el stand inicial.
A partir de la oviposición la larva eclosiona después de 2 – 3 días y luego migra a la nervadura más cercana. La larva consume las células del parénquima, creando un túnel de alimentación en dirección al vástago y puede bloquear en el sentido de la raíz cuando la planta es joven, luego bloquea en el sentido apical hasta que alcanza tamaño máximo.
(Imagen 1)
Antes de pupar, la larva prepara un orificio de salida y lo cierra para su protección en el periodo de pupa. El orificio puede ser inferior a los cotiledones, indicando el ataque precoz y encima de los cotiledones, indicando ataque tardío de la plaga (Imagen 2)
El monitoreo se lo debe hacer desde los primeros días de emergida la soya, colocando paños verticales color amarillo impregnados con aceite de comer.
Según estudios realizados, se tiene respuesta a diferentes fotoperiodos del cultivo:
Dado que la infestación por M. sojae en la etapa de la plántula provoca una pérdida económica del rendimiento, es esencial controlar esta plaga durante las primeras 4-5 semanas después de la germinación de la semilla.
Es importante conocer la temporada en que la plaga es seria para llevar a cabo medidas de control profiláctico adecuadas. En general, la plaga es más fuerte en la estación seca que en la lluviosa y las medidas de control preventivo son más importantes en la estación seca que en la estación húmeda.
Dado que las moscas adultas son pequeñas y permanecen ocultas en el dosel de la planta, y dado que el daño larvario es interno, es importante recurrir a medidas de control ya sea en la siembra (tratamiento del semilla) o inmediatamente después de la germinación (pulverización foliar).
Aguilar y Rodríguez afirman que el control químico por sí solo no logra un 100 % de control, sin embargo se logra minimizar los daños sobre el cultivo cuando se realizan aplicaciones tempranas para control del adulto y con ingredientes activos de buena sistemia para control de las larvas.
Para un control efectivo se recomienda un Manejo Integrado que incluya: