Por José M. Cichero.
Gerente de I&D Rainbow.
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Durante los últimos años, debido a la aparición de malezas resistentes, hubo que re-analizar los esquemas de producción en los cultivos extensivos más importantes. Esto ha generado la necesidad de utilizar principios activos que se creían “olvidados o superados” y un mayor número de aplicaciones con altos incrementos de costos de producción. Esta problemática es muy compleja y tiene su origen en una conjunción de factores como:
En primer término, debemos entender el problema, estudiarlo e intentar aportar soluciones. Éstas, vienen de la mano del manejo de las comunidades de malezas y no sólo del control químico de las mismas, por lo tanto, el esfuerzo es comenzar a manejar el sistema de forma integrada.
Dentro del MIM (Manejo Integrado de Malezas), existen prácticas que están fácilmente al alcance de los productores y contratistas. Una de ellas es en la que profundizaremos en este artículo: Limpieza de las cosechadoras antes de ingresar y egresar del lote de trabajo.
De esta forma, evitamos o reducimos uno de los medios de dispersión más importantes de las semillas, y que suele estar mencionado como la principal causa de diseminación de malezas y por eso es tan importante su limpieza.
A continuación, se resumen algunos consejos prácticos elaborados por el INTA y AAPRESID para limpiar las cosechadoras:
Una vez que se limpiaron todos las distintas partes de la máquina, se debe poner en funcionamiento la cosechadora a máximas revoluciones para que las vibraciones ayuden a expulsar material que haya sido removido con la sopladora. Luego, es conveniente alimentar la cosechadora con un fardo o rollo de algún cereal como Trigo para arrastrar las semillas que pudieran haber quedado dentro de la cosechadora.
Una vez finalizados todos estos pasos, se debe repetir todo el proceso de limpieza con sopladora para descartar todas aquellas semillas y paja que fueron removidas del interior de la cosechadora y que pudo no haber sido expulsada con el barrido del fardo o rollo desmenuzado.
Por último y no menos importante, se debe prestar mucha atención a la limpieza del carro tolva que acompaña a la cosechadora, el cual también puede estar infectado con semillas de malezas resistentes.
Este procedimiento puede parecer complejo o complicado, sin embargo, puede llevar muy poco tiempo, con un costo “cero” y garantizar la desinfección total de la máquina. En definitiva, el productor es el primero que debe preocuparse, ya que es ÉL el único beneficiario a corto y a largo plazo.