Por Ing. Agr. Eduardo M. Sierra
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Aunque muchas fuentes anuncian el posible desarrollo de un episodio de “El Niño”, debe tenerse en cuenta que estas aseveraciones constituyen un pronóstico, y no una realidad ya presente. En este sentido, cabe consignar que, durante el otoño y el invierno de 2018, los principales factores climáticos, oscilaron dentro del rango normal.

 

El Océano Pacífico Ecuatorial, se mantuvo dentro del rango térmico normal, levemente por encima de su nivel medio configurando un estado neutral cálido.

Por su parte, el Océano Atlántico Sur incrementó moderadamente su temperatura, debido al avance hacia el Sur de la corriente cálida del Brasil.

De mantenerse esta combinación de factores moderados positivos, la campaña 2018/2019 se desarrollaría en un escenario climático menos perturbado que los experimentados en las temporadas anteriores.

No obstante, la situación aún no se encuentra totalmente estabilizada, pudiendo producirse un cambio de estado, saliendo del estado neutral, y pasando a una fase cálida de “El Niño”, o inclusive, aunque poco probable, a una fase negativa de “La Niña”.

 

Septiembre 2018

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Lo que resta del invierno y los primeros días de la primavera observarán un comportamiento algo por debajo del promedio estacional, en lo referente a precipitaciones, y algo superior al promedio estacional, en lo referente a temperaturas. 

BOLIVIA: Solo el área andina observará precipitaciones  abundantes, mientras que el área agrícola del Beni y Santa Cruz recibirá precipitaciones escasas. Las temperaturas se mantendrán algo por encima de lo normal, con máximas elevadas, y mínimas sin riesgo de heladas.   

PARAGUAY:  La Región del Chaco  observará precipitaciones moderadas a escasas, cercanas  al promedio estacional.  La  Región Oriental recibirá registros moderados en su porción norte, y abundantes en el sur.  El régimen térmico combinará temperaturas máximas elevadas con mínimas sin riesgo de heladas.

ARGENTINA: Sólo el extremo norte del NOA y el extremo nordeste del Litoral Fluvial experimentarán precipitaciones abundantes, mientras la mayor parte del resto del área agrícola recibirá valores moderados a escasos. El régimen térmico observará máximas por encima de lo normal y mínimas benignas, con escaso riesgo de heladas tardías.

URUGUAY: La mayor parte del área agrícola observará precipitaciones moderadas, con focos de valores escasos en su porción sur y un foco de valores abundantes en su centro.  Las temperaturas máximas serán elevadas y las mínimas benignas.

Octubre 2018

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La circulación tropical se activará en forma vigorosa pero irregular, produciendo un escenario contrastante.

BOLIVIA: El área andina continuará recibiendo precipitaciones  abundantes, mientras que el área agrícola del Beni y Santa Cruz comenzará a experimentar valores abundantes a muy abundantes, con un foco de registros moderados en su extremo sur. Las temperaturas se mantendrán algo por encima de lo normal, con máximas muy elevadas, y mínimas por encima de la media.  

PARAGUAY:  La Región del Chaco  observará precipitaciones moderadas a abundantes, algo por encima del promedio estacional.  La  mayor parte de la Región Oriental recibirá registros abundantes.  El régimen térmico registrará temperaturas máximas y mínimas elevadas.

ARGENTINA: La mayor parte del norte y el centro-este del país recibirán precipitaciones abundantes, con riesgo de excesos hídricos, mientras que el sudeste observará valores moderados. Contrariamente el centro-oeste y el sudoeste del área agrícola argentina continuarán recibiendo registros moderados a escasos. El régimen térmico exhibirá máximas por encima de lo normal y mínimas benignas, con escaso riesgo de heladas tardías.

URUGUAY: La mayor parte del área agrícola observará precipitaciones muy abundantes, con riesgo de excesos hídricos.  Las temperaturas máximas y mínimas superarán el promedio estacional, con escaso riesgo de heladas tardías.

Noviembre 2018

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La circulación tropical se activará en forma vigorosa pero irregular, produciendo un escenario contrastante.

BOLIVIA: El área andina continuará recibiendo precipitaciones  abundantes, mientras que el área agrícola del Beni y Santa Cruz comenzará a experimentar valores abundantes a muy abundantes, con un foco de registros moderados en su extremo sur. Las temperaturas se mantendrán algo por encima de lo normal, con máximas muy elevadas, y mínimas por encima de la media.  

PARAGUAY:  La Región del Chaco  observará precipitaciones moderadas a abundantes, algo por encima del promedio estacional.  La  mayor parte de la Región Oriental recibirá registros abundantes.  El régimen térmico registrará temperaturas máximas y mínimas elevadas.

ARGENTINA: La mayor parte del norte y el centro-este del país recibirán precipitaciones abundantes, con riesgo de excesos hídricos, mientras que el sudeste observará valores moderados. Contrariamente el centro-oeste y el sudoeste del área agrícola argentina continuarán recibiendo registros moderados a escasos. El régimen térmico exhibirá máximas por encima de lo normal y mínimas benignas, con escaso riesgo de heladas tardías.

URUGUAY: La mayor parte del área agrícola observará precipitaciones muy abundantes, con riesgo de excesos hídricos.  Las temperaturas máximas y mínimas superarán el promedio estacional, con escaso riesgo de heladas tardías.

 

Conclusiones

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Hasta el momento, el escenario más probable (70 % de Probabilidad) para la temporada 2018/2019 es que se mantenga un estado “Neutral Levemente Cálido”, en el Pacífico Ecuatorial, mientras que el Atlántico continuaría en una situación levemente cálida, dando como resultado una evolución positiva pero sin grandes extremos.

El régimen de lluvias mantendría un nivel cercano a su promedio histórico, aunque con una marcha algo irregular. Esto reduciría el riesgo tanto de inundaciones como de sequías, produciendo una situación de equilibrio en la mayor parte del área agrícola de Bolivia, Paraguay, La Argentina y el Uruguay.

Lo mismo sucedería con el régimen de temperaturas que, aunque incluiría numerosas entradas aire polar, que se prolongarán hasta bien entrada la primavera, no alcanzarían intensidades capaces de causar daños de consideración.

No obstante, esta perspectiva aún no se encuentra firme, y podría sufrir cambios de rumbo, que es necesario tener en cuenta a fin de que los mismos no nos sorprendan.

Por un lado, con una probabilidad del 20%, podría desarrollarse un episodio de “El Niño”, que, de ser acompañado por un calentamiento del Atlántico, podría producir la crecida de los grandes ríos y el anegamiento de áreas bajas interiores.

Menos probable, pero posible, con una probabilidad del 10%, es el desarrollo de un episodio de “La Niña”, que podría causar sequía y bajante de los ríos.

Frente a estas alternativas, será necesario  mantener un estado de alerta, a fin de hacer frente, en forma exitosa a las alternativas que vayan presentándose.

Ing. Agr.  Eduardo M. Sierra
Especialista en Agroclimatología