Por José M. Cichero.
Gerente de I&D Rainbow.
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La intensificación de la agricultura, en pos del aumento de la productividad, ha influido en el mayor uso de insumos para controlar distintas adversidades que afectan a los cultivos. Es así que uno de los problemas más graves en los cultivos de Cereales de Invierno en Europa o de Soja en Brasil, Bolivia o Paraguay, son las enfermedades fúngicas.
Durante muchos años, las empresas desarrollaron distintas soluciones y que los productores adoptaron rápidamente por su gran espectro de control, eficiencia y facilidad de uso.
Hoy, sin embargo, el uso y abuso en el uso de fungicidas “unisitio” como triazoles (DMI), estrobirulinas (QoI) y carboxamidas (SDHI), ha contribuido de manera crucial a la aparición de hongos resistentes a esos fungicidas, por lo que el escenario se ha vuelto completamente distinto y más complejo.
Revisando brevemente la historia reciente en Brasil, desde la zafra 2007/2008, se han observado poblaciones de Roya Asíatica de la Soja menos sensibles a fungicidas del tipo DMI. Por otro lado, históricamente, los QoI siempre tuvieron menores niveles de control comparados con los DMI y es por ello que para evitar la aparición de resistencia y elevar los controles, nunca se los ha recomendado aplicar sin un DMI.
Sin embargo, desde la zafra 2013/2014, las mezclas de estos importantes grupos de fungicidas fueron decreciendo en su eficiencia para el control de Roya Asiática. Aún en dicho escenario, se observaban eficaces controles con los SDHI hasta las zafras 2015/2016 y particularmente 2016/2017, donde el uso intensivo de este tipo de fungicidas bajo altas presiones del patógeno hizo decrecer su efectividad.
Si bien en latitudes menos tropicales, como en la Argentina o Uruguay, la situación no es tan alarmante, existen datos de resistencia a Mancha Amarilla (Dreschlera tritici) y al Tizón de la Hoja o Manca Púrpura (Cercóspora kikuchii).
Es por estas razones, que a modo de prevenir y seguir retrasando el impacto de la resistencia, es que en los últimos años se han comenzado a incorporar a los planes de manejo de enfermedades fúngicas a los del tipo “Multisitio” o “Protectores”.
En ese aspecto, la principal herramienta con la que cuenta el productor son los fungicidas multisitio, que con múltiples modos de acción se encargan de atacar a la vez y en diferentes estructuras enzimáticas a la célula fúngica.
Algunos ejemplos de estas interesantes opciones son:
Es por ello que desde Rainbow Conosur, venimos trabajando en el desarrollo y recomendación de productos que cuiden la sustentabilidad de los principales cultivos de Sudamérica; no sólo permitiendo controlar enfermedades en forma rápida, eficaz y persistente, sino también aumentando el rendimiento mediante el manejo de la resistencia de los principales patógenos.
Paraguay:
- Clorotalonil.
Bolivia:
- Mancozeb.
- Clorotalonil
Uruguay:
- Mancozeb
- Clorotalonil: