Por José M. Cichero.
Gerente de I&D Rainbow.
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El uso de herbicidas de la familia de las Cloroacetamidas como el Acetoclor, Metolacloro o S-Metolacloro resulta de gran importancia para el control pre-emergente y post-emergente temprano de una gran variedad de gramíneas y algunas latifoliadas de difícil control en los cultivos de Soja, Maíz y Girasol, entre otros. Por su modo de acción, inhiben la síntesis de ácidos de cadena larga, componentes de las ceras cuticulares.
En este artículo, nos centraremos en la diferencia química y de eficacia entre el S-Metolaclor y el Metolaclor y sus principales características. La principal diferencia radica en el hecho de que el S-Metolaclor contiene el isómero resuelto del Metolaclor (S-Metolaclor), mientras que el Metolaclor utiliza una mezcla de isómeros no resueltos. Esta mezcla sin resolver contiene formas de Metolaclor que son menos activas que los isómeros contenidos en el S-Metolaclor.
Este último, contiene aproximadamente el 88% de dos formas de los isómeros S más activos y aproximadamente el 12% de los isómeros R menos activos. Las formulaciones no resueltas contendrían relaciones aproximadamente iguales de los isómeros S y R (i.e. 50% y 50%). A raíz de estas evidentes diferencias químicas el S-Metolaclor, se llegó a recomendar con dosis de hasta un 30% menos vs. Metolacloro.
Más allá de estas evidentes diferencias, hoy en día desde Rainbow recomendamos el uso S-Metolaclor para garantizar un correcto control pre-emergente de malezas, en especial gramíneas, junto a productos de acción y espectro complementario como son la Atrazina, Fomesafen, Sulfentrazone o Flumioxazin, según el cultivo a implantar y el espectro de malezas que deseamos controlar.
La dosis a aplicar por hectárea depende del tipo de suelo: especialmente materia orgánica, arcilla y cobertura. La absorción es mayor en suelos franco arcillosos y menor en suelos arenosos.
Es importante recordar que para garantizar una correcta incorporación de la solución al suelo son necesarias lluvias de al menos 20 mm dentro de los primeros 10 a 15 días de aplicado el S-Metolaclor. Su vida media en el suelo alcanza hasta 50 días y sus efectos residuales por más de 60 días según nuestros ensayos de campo.
Foto 1 - Testigo sin aplicar (60 días)
Foto 2 - Tratamiento de Atrazina + S-Metolaclor (60 días)